Thursday, April 20, 2006

Cecil Taylor: Su filosofía musical

En reiteradas oportunidades ha dicho Cecil Taylor que en su proceso interpretativo el piano es una prolongación de su cuerpo.

Resulta interesante ahondar en ello y está vez desde la perspectiva del budismo Zen, que sospecho, éste practica o conoce e intenta aplicar en su práctica musical.

Dentro de esta filosofía oriental, en forma muy sucinta, el artista debe estar motivado por el deseo ( expresar ideas a través de la música ) unificando de tal modo cuerpo e instrumento para alcanzar su objetivo, desprendiéndose de lo racional ( técnica ) y lo consciente ( estado de alerta o el yo ) de forma tal que todo resulte trivialmente, alcanzando una grado de maestría, no técnico que es tácito, sino más bien en concordancia con lo espiritual. ( En este nivel quien toca el piano es el Ello)

Lo que parece algo más bien complejo no lo es tanto a la luz de este ejemplo. Taylor por años a practicado la meditación llegando a un estado de abandono, suponemos, para lograr otro estado aún más complejo de armonía. De esta forma es capaz con una agilidad propia de un joven tocar el piano por horas, sin manifestar mayor agobio físico ni mental. El lenguaje surge espontáneo, e incluso se permite romper con formas pre- establecidas formales, en su búsqueda interna, percutiendo el teclado, cuerdas, etc.

Él cita como ejemplo el bailarín, motivo por el cual, danza en sus interpretaciones. Para Cecil el bailarín es el modelo a seguir y lo fundamenta de la siguiente forma:
Todos tenemos el sentido del ritmo en nuestro cuerpo, pero además cuando danzamos es nuestro ser el soporte y generador de este arte o forma de expresión, hay una conexión racional física ( impulsos eléctricos neuronales sobre mis extremidades) y a la vez mi gestualidad ( expresión emotiva física e intelectual) porque es provocada por un elemento externo ( léase la música al danzar) y la posterior canalización emocional ( mi versión de lo afectivamente canalizado, primero, y expresado afectivamente ( el paso).
A Taylor le nace un motivo que expresa en un lenguaje musical: notas, escalas, orden musical, etc. pero que es sólo capaz de expresar siendo uno con su instrumento, que le permite materializar sus deseos en lenguaje musical, instrumento e intérprete son uno solo. Esta es una condición necesaria en todo artista que pretenda usar el Budismo Zen en las expresiones artísticas, para alcanzar la maestría. Según el Zen este objetivo se alcanza cuando menos uno lo espera, pero requiere ser perseverante, el éxito es casi casualidad y posteriormente trivial; esto se alcanza sólo a través de la práctica constante o en este caso el ensayo diario.

Sin duda Taylor practica tanto la meditación como la ejecución del piano para lograr estos estados de armonía. Lo que le permite un nivel de espiritualidad en su entrega notable y que mal comprendemos como complejidad intelectual en su obra.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Great, kike, you the stronzo of the month:

WarnerSonyBMGYouCanGetItAllForFree

Cheers,

Da Daddy!

10:12 AM  

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