Tuesday, July 11, 2006

El diamante loco se apagó, brillan sus esquirlas

¿Recuerdas cuándo éramos jóvenes? Brillaba el sol. Era la remembranza a un amigo desaparecido. Será el sino de todos los que en el pasado nos hicieron una adolescencia más interesante? Justo cuando comenzábamos a llamar la atención del mundo.

Cuando era muy pequeño se me acercó un día un amigo algo angustiado que me vendía el lado oscuro de la luna en vinilo. Su carátula era, a esa edad, algo desconcertante. Ni siquiera imaginaba la magia que saldría de esos surcos. Hacía una década desde ese momento la banda irrumpía en la escena de Londres con música bastante experimental para esos años. Amigos todos estudiantes de Cambrige, abrigaban el deseo de convertirse en la banda más espectacular de Inglaterra. Pero hubo un momento crucial, justo cuando la cosa de ponía interesante. El abuso de drogas de parte del genio compositivo hacía los estragos necesarios que hubo que separar al genio por no poder ser capaz de desempeñar sus responsabilidades sobre el escenario.

Hasta ese momento sólo habían editado un puñado de singles y un álbum cuya crítica no fue de la mejor, pero que sin embargo llamó la atención de los seguidores más tolerantes.

Tiempo después, ya cuando todos habíamos envejecido un resto, y ellos también enriquecidos, editan en homenaje a este loco un álbum a mediados de los setentas, cuya apertura hacía alusión a este genio trágicamente mutilado por abusos de estupefacientes.
Las giras cansaron al otrora hombre de relevo. Cuando decide descolgarse del proyecto, una mina de oro en ese momento, la banda prosigue.
De él se sabía que deambulaba por las calles, ido, buscando una paz interior que hace unos días atrás encontró, solo y al margen de la riqueza que él había comenzado.
Dios es rojo cantaba en sus años de locura. O quizás debamos decir, anda ponte de pie y brilla como antaño viejo diamante loco. Devuélvenos el brillo.

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