Monday, February 01, 2010

Fred Frith Santiago 17.12.2009





Santiago, Teatro Oriente, 17 de diciembre de 2009.
Por Kike Hurtado. Fotos: Alberto Duarte.

Apareció descalzo y riguroso negro. Ante un Teatro Oriente lleno, el músico británico Fred Frith detuvo el tiempo y nos llevó, a toda la audiencia, a una experiencia sonora tan solo con su guitarra y un arsenal de multi-efectos que conducía con ambos pies.
Fred comprende que componer en tiempo real significa tomar riesgos. Y él los tomó con una naturalidad de quien está acostumbrado a conducir con maestría diversas destrezas ante su guitarra y con ella crear sonoridades, cadencias rítmicas etc. todos elementos constituyentes para ofrecer un viaje, liberar tensiones, pero por sobretodo, el mayor riesgo, creo yo, desafiar la atención de su público, condición previa para tomar el viaje. Con un set improvisado, dos ejecuciones y un encoré tras una ovación del público Fred Frith nos sacó a pasear en una calurosa noche de primavera.
La manera de generar su discurso musical era muy interesante. En una improvisación, al comienzo, de casi 51 minutos, creó diferentes estados de tensión.
Frith comenzaba creando un bajo continuo gracias a efectos como el chorus y el delay ( retardo) para luego crear sonoridades con muchos objetos de metal que dejaba caer acompasadamente por sobre las cápsulas. El músico utilizaba su guitarra acostada sobre sus piernas creando de paso un discurso sonoro a ratos secuencial adornados tímbricamente( léase armónicos, taping , rasgueos, en suma , explorando su instrumento) que en el continuo adquiría ese metalenguaje composicional que permite de alguna forma al oyente crearse su propio meta-relato de lo oído, apoyado desde luego de la capacidad de concentración e imaginación del auditor.
Lo anterior resulta, para músicos como el que nos ocupa, tremendamente relevante porque aquí no hay discurso impuesto, léase estructuras o partes que distinguir. Todo queda al libre albedrio del auditor de este otro lado. Es una partida de ajedrez donde sabemos dónde y cuándo comienza esta propuesta pero no sabemos su desarrollo y sólo intuimos el final.
Sin una hoja de ruta, el músico conducía a la audiencia en forma instintiva. Quizás para un auditor distraído o no atento, el músico probaba y probaba con objetos en forma inconexa y creaba solo ruidos. Ello sería, a mi juicio, una lectura somera y muy superficial de lo que está ocurriendo.
Lo interesante de la Libre Improvisación, creo, que es el gatillar al auditor, hacerlo parte de la propuesta, aunque de una forma aparentemente pasiva, pero parte al fin, de lo que está ocurriendo a partir de un estímulo creado por el músico, muchas veces, consciente del resultado, pero que desconoce el orden y el significado que crea éste en el discurso del oyente.
El músico y su deliberada intención son, por decirlo de una forma, el medio entre el sonido emanado del instrumento y el oyente. Y Frith con la experiencia adquirida es capaz de cautivar a una audiencia, conducirla por más de cuarenta minutos sin pausa y crear un ambiente silente y rico en tensión para finalmente llevar a puerto seguro a un Teatro que se entregó al juego propuesto.
Fuimos testigos de una de una de las experiencias musicales contemporánea más interesante que haya pasado por nuestro país, a cargo, esta vez de un mago de la guitarra y de sus infinitas posibilidades sonoras. Un desafío, por cierto, que posteriormente libera y humaniza a nuestro saturado oído. De esta presentación se seguirá escribiendo y recordando. Qué bien nos hace salir y descubrir estas experiencias musicales. Y tú, la has experimentado?

Labels:

0 Comments:

Post a Comment

<< Home