Bienvenidos al bulín, el regreso de Fulano a los escenarios.
Reseña primer set, Viernes 10 de julio 2009.
por Kike Hurtado.
El viernes 10 de julio nos dimos cita con una de las bandas más contestatarias de la contracultura nacional. Hablamos de Fulano, la banda que había entrado en receso por la partida de uno de sus fundadores Jaime Vivanco.
En el Teatro Oriente era la cita. El teatro atiborrado de gente, algo ya rellenos y calvos, otros más jóvenes, todos entusiasmados por este regreso, exquisito pretexto para registrar sus presentaciones en un próximo dvd, el primero de la banda, y de paso intentar la internacionalización de la misma.
El concierto duró casi dos horas y media con formación casi fundacional: Crisosto ( cañas), Arlette ( voz ), Jorge ( bajo eléctrico), Raúl ( batería y percusiones), Jaime “chino” Vásquez ( en cañas y flauta) y el debut de un joven Felipe Muñoz en los teclados.
Si bien la expectativa que crea esta mítica banda de los fines de los ochentas y comienzos de los noventa siempre ha sido alta en nuestro medio, sus retornos parciales, noches en el Baquedano y Sala Master a tablero vuelto, lo que presenciamos este fin de semana rayó en lo apoteósico.
Al comienzo Fabio Salas, quizás la voz más autorizada de la lucidez periodística de espectáculos, hablamos de los serios bien documentados y que publican y no de charlatanes que replican en las emisoras radiales, dio el vamos con una introducción introspectiva sobre la banda y en el contexto que esta fue creada y en la que se inmiscuye ahora: la farsa continua.
La banda estuvo prendida, generosa en muchos aspectos, comunicativa todo el tiempo a las reacciones de admiración y devoción de su público, a quien sólo costó un par de minutos para caer rendida al talento y al alto nivel musical característico de esta agrupación. Si bien hubo nerviosismo traducidos en errores, descuadres, era quizás producto de los años de ausencia, pero que con el correr del tiempo y de los temas fueron corregidos con la complicidad de siempre. Jorge y Raúl, la base rítmica, siempre compenetrada, dos monstruos ricos técnicamente, el primero dueño de una técnica exuberante con uso de acordes, firme pulso y armónicos sobre las seis cuerdas y el segundo de técnica limpia y muy controlada en la batería, a mi parecer “contenida” aseguran una base para el desbande de un Crisosto multi –instrumentista, dueño de un pulmón de acero, cómplice de Chino Vásquez, un inquieto instrumentista, se le echaba de menos chino hace ya varios años en las tablas y Arlette, a quien los años la ha convertido en la musa de muchos cantantes, sus matices vocales aún están como otrora, su ska-onomatopéyico para los pelos, sus registros graves, su sensualidad expuesta entre estos eximios varones no pasa desapercibido para la audiencia. Y finalmente el nuevo integrante que, no obstante su juventud, resulta de una gran eficiencia producto de su talento expuesto y moldeado a estos excelentes músicos.
Como hemos dicho hubo errores, pero qué importan, si estamos vivos; por lo demás de las muchas veces que he visto a la banda, nunca sentí tanta energía desde y hacia el escenario, la banda y su audiencia entraban en el pasado, pero con el sarcasmo proyectado nos recordaba que estábamos en un presente cargado de idiotez y superficialidad general; si con Pink Floyd los chanchos volaban_ crítica velada a la burocracia inglesa de la época_ con Fulano éstos gastaban dinero, fumaban y hacían alarde del hommo ludens consumista de fin de siglo. Critica a la Sociedad Líquida que nos hemos vuelto en estos años.
Y Fulano está de vuelta para remecer las conciencias, como una voz de alarma para el despertar de años pendiente de la sociedad chilena, quien hoy por hoy vota por el mal menor, que se encandila con la tarjeta de débito y vive en eterno endeudamiento. Señoras y señores, bienvenidos al bulín, acostúmbrense a la idea. Fulano está de vuelta y esta vez, al parecer, con todo. Enhorabuena Fulanos. Qué son 25 años! Si hay 25 más en el camino.
